lunes, 26 de agosto de 2013

Presencia, ser, unidad...

Atardecíamos el viernes con vistas al perfil de montañas y nubes que nos ofrecía la Montaña Palentina desde el embalse de Aguilar de Campoo, un lugar donde se percibe la rotación de la tierra cuando refieres las estrellas a alguna de las cumbres del horizonte, Peña Redonda, Espigüete, Curavacas...

 

Y allí sentados "al socayo" que nos ofrecía una roca pensábamos en las posibles razones de nuestra sonrisa.

Quizá era estar uno al lado del otro, o quizá era estar allí, quizá era que no había "norte" y se estaba muy a gusto, o incluso quizá el que nos doliesen un poco las manos, señal inequívoca de habernos esforzado escalando el día anterior...

La cosa es que hablando de tantas cosas (montañas, trabajo, montañas, trabajo...) nuestra conversación tocó los extremos y empezamos a hablar de gente un poco "especial" como Denis Urubko, Kilian Jornet ó Carlos Suárez, y sonrisas personales aparte, apuntamos cuáles eran las características que deberían tener para llevar a cabo actividades tan extremas como las que ellos hacen.


“Este ascenso no es running tradicional como estamos acostumbrados a ver con Kilian, es más bien escalada en solitario. De hecho, va mucho más allá del crono; es una comunión con la montaña, una intimidad con la naturaleza que muy pocos atletas poseen”.

Es una cita que me encantó en relación a la noticia, quizá el crono del que habla Seb Montaz sea una excusa para alcanzar algo, una excusa que uno se pone para superar un reto, una barrera que saltar.

Y lo que más me gusta de la cita es la comunión con la montaña, lo de la intimidad con la naturaleza, no tienes miedo cuando sientes que formas parte de lo que en principio causa tu miedo, resulta muy fácil escalar cuando eres montaña, resulta muy fácil volar cuando eres aire ...



1 comentario:

  1. Grande el Kilian, sobretodo por la forma de entender la montaña más que por sus carreras, records, ...

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